Otros de los grandes embalsamientos de agua en Cataluña es el lago de Banyoles, en Girona, a tan sólo 20 km de la ciudad. Es el lago más grande de Cataluña y un verdadero paraíso para la práctica deportiva y el entrenamiento de alto rendimiento. El magnetismo acuático te atrapa cuando atraviesas en piragua las aguas calmadas del Estany de Banyoles mientras sale el sol. Ha obtenido la distinción de Destino de Turismo Deportivo (DTE) para las especialidades de remo y piragüismo.

Remo y piragüismo en Banyoles

Estación naútica Costa Daurada-Terres de L’Ebre

El Nàutic Parc Costa Daurada i Terres de l’Ebre engloba los municipios de Salou, Cambrils, Montroig y Miami Platja, Vandellòs y L’Hospitalet, L’Ametlla de Mar, L’Ampolla y Deltebre-Riumar, y ofrece un amplio abanico de posibilidades de disfrutar del mar con actividades pensadas tanto para familias, como para parejas o grupos de amigos. Una de estas propuestas originales es descubrir el litoral de Cap Salou desde el agua subidos a una tabla de surf propulsada con energía 100% eléctrica y respetuosa con el medio ambiente.

Otra aventura marina muy especial es la Experiencia Tuna Tour, nadar entre cientos de ejemplares salvajes de atunes rojos del Mediterráneo, y de paso descubrir la historia, la pesca, alimentación, investigación, biología y el importante valor gastronómico del atún rojo.

Enlace turisme.banyoles.cat

www.turisme.banyoles.cat

EXPERIENCIA KAYAK

LAGO BANYOLES

El lago o Estany de Banyoles es uno de los grandes tesoros que alberga Girona, el lago natural más grande de Cataluña. Junto con su cuenca lacustre se considera el conjunto kárstico más extenso de la península ibérica y un espacio único de gran valor geológico, ecológico, paisajístico y cultural. Hace nada menos que 250.000 años (era cuaternaria) se formó el Estany de Banyoles. Los movimientos tectónicos producidos con la formación de los Pirineos dieron lugar a la falla del Empordà, que coincide con el eje mayor de la zona de Banyoles. A través de una serie de fenómenos kársticos posteriores en esta zona (erosiones pluviales y fluviales que provocan hundimientos) se formó la zona lacustre. El primer lago de Banyoles tenía una extensión muy superior a la actual, inundando toda su zona de poniente entre seis y ocho metros por sobre del nivel actual. En la actualidad, el lago es un gran espacio abierto y te ofrece un gran abanico de actividades para disfrutar de la naturaleza y el deporte y la cultura: andar, correr o pedalear por los senderos de su perímetro, pasear en barca o catamarán, o practicar el piragüismo o el remo, ya que sus aguas tranquilas ofrecen las características idóneas para la práctica de los deportes acuáticos, que aquí tienen uno de los mejores “campos de prácticas” de la península.

Piragüismo y remo en el lago de Banyoles

No en vano es el primer destino certificado en Turismo Deportivo por la Agencia Catalana de Turismo, en 2003. Este sello de calidad reconoce a la destinación turística por ofrecer unos recursos y servicios de alta calidad destinados a deportistas de élite, profesionales, amateurs y turistas que quieran practicar actividades deportivas. Cuenta con más de 80 equipamientos deportivos, donde se practican 22 modalidades deportivas diferentes, de las cuales destacan el remo y el piragüismo, ciclismo y BTT, la natación, los deportes colectivos (baloncesto, fútbol y balonmano), el triatlón y el running. Fue Subsede de los Juegos Olímpicos de 1992 y ha sido y es sede de diferentes competiciones internacionales de remo, triatlón o BTT. También se puede nadar en el lago, aunque el baño está restringido a tres puntos, todos situados al lado este: la Caseta de Fusta, de acceso público y gratuito, dotada de servicio de socorrista; los Banys Vells, un espacio de bar y terraza que incluye la posibilidad de acceder al agua, y el Club Natació Banyoles, una instalación deportiva con entrada de pago para los no socios. Por cierto, aquí se organiza anualmente una ilustre travesía a nado: la Travessia de l’Estany, en la que cada septiembre cientos de nadadores recorren sus 2.115 m de longitud.

Destino Certificado en Turismo Deportivo por la Agencia Catalana de Turismo

El lago de Banyoles es una reserva natural, y no está permitido usar tu propio embarcación en el lago, pero se pueden alquilar allí barcas de remo, embarcarte en “La Tirona”, un barco grande eléctrico que da la vuelta al lago, o hacer una carrera con tus amigos en familia en Dragon Boat, una modalidad de piragüismo que proviene de la cultura china, y que es una embarcación en forma de dragón formada por 10 palistas, un timonero y un tamborilero (www.dragonboatemotions.com) o alquilar un kayak con alguna de las empresas y descubrir este importante espacio natural a bordo de un kayak, con el Club Natació Banyoles.

Nosotros vamos a recorrer este importante espacio natural remando a bordo de un kayak, hay servicio de alquiler que se puede hacer con el Club Natació Banyoles.

· Cámara: Xavi Barón

PIEDRAS VIVAS BAJO NOSOTROS

Se hace extraño pensar que bajo nuestros pies circula agua procedente de la Alta Garrotxa, a 20 kilómetros de distancia, que va deshaciendo las rocas calcáreas y los yesos que forman el subsuelo en un viaje que puede durar hasta once meses. Hace cientos de miles de años que la presión de esta agua hunde el terreno cárstico para crear cuevas o dolinas, donde termina apareciendo una laguna –¡o un lago entero!– si hay un punto de surgencia de agua (¡debajo del Estany de Banyoles se han encontrado hasta trece!). Las aguas de la cuenca lacustre son ricas en sales carbonatadas, especialmente de calcio. Esto provoca que, en determinadas condiciones, estas sales precipiten y formen cal. En la orilla sur y este del lago, la precipitación es tan evidente que crea el llamado travertino o piedra de Banyoles, bloques irregulares, de formas redondeadas y de un color característico que las distingue. Son «piedras vivas», ya que el travertino aún se está formando en el lago. Es un proceso muy lento, pero que pone de manifiesto la importancia de los procesos fisicoquímicos que suceden dentro del agua. Por otro lado, los bloques de travertino constituyen un hábitat muy valorado por los pequeños animalillos acuáticos e, incluso, para los peces que encuentran escondrijos y muchos invertebrados que les sirven de alimento.

La diversidad animal y vegetal asociada a una cuenca lacustre como la de Banyoles incluye una larga lista de especies: desde aves como el ánade real, la gallineta común o el martín pescador, hasta mamíferos como la nutria, reptiles como las serpientes de agua, peces como anguilas y barbos, más de trescientas especies de mariposas o flora como sauces llorones, álamos blancos, alnos, juncos, nenúfares o la cola de caballo. Y hasta Banyoles tiene su propio monstruo legendario, el monstruo del lago de Banyoles que presumiblemente acecha en las profundidades a 60 metros bajo el agua, y que tiene su propia canción popular. Las pesqueras.

Monstruo del Lago de Banyoles

Remando por el perímetro del lago podremos acceder a las famosas pesqueras del Estany de Banyoles, pintorescos edificios construidos sobre pilares dentro del agua del lago. En poco más de cien años –desde 1818 hasta 1931– se construyeron en la orilla este y sur hasta veinte pesqueras, la mayoría de propiedad privada. Se trata de edificios de una sola planta de estilos arquitectónicos diversos que pasaron de almacenar material de pesca a convertirse en zona de recreo para la burguesía de Banyoles y los veraneantes de principios del siglo XX, atraídos también por las nuevas avenidas arboladas que conducían hasta allí. Algunas pueden visitarse, como la que alberga la Oficina de Turismo y la Gimferrer.

Piragüismo y remo en el lago de Banyoles

· Fotógrafía: Marta Bacardit

En definitiva, un paraíso natural para descubrir a golpe de remo.

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