EN LA COSTA BRAVA
Nos encontramos a primera hora de la mañana en la playa de la bahía de Sant Pol – S’Agaró. El mar tranquilo y en ausencia de viento nos invita sencillamente a pensar que la jornada de hoy va a ser emocionante. En esta preciosa base náutica tiene su sede la reconocida Escola de Vela & Kayak Sant Pol, donde su socio y fundador Toni Serra nos recibe con una agradable sonrisa y un “bon día”, como aquí se dice, y un “lo tenemos todo preparado”. Vamos a practicar Paddle Surf, o SUP, como también se conoce. El paddle surf es uno de los deportes de tabla que está creciendo como la espuma gracias a la facilidad en su práctica, así como lo asequible que puede resultar su uso. En pocas jornadas ya le puedes sacar partido y además se puede practicar en infinidad de espacios acuáticos como el mar, un lago, pantanos… Eso sí, algún chapuzón inesperado va a caer seguro, y hoy intuimos que esto va a pasar. La idea no es sólo subirse a una tabla grande con un remo para moverse en cierto equilibrio, sino disfrutar del placer de flotar en el agua, y sobre todo, si éstas son cristalinas, que te permitan, no simplemente observar el fondo marino, también llevarte alguna sorpresa por la diversidad de fauna que puedas encontrar. Entre otros los beneficios de esta práctica encontramos una mejora de tu equilibrio, el poder entrenar tu cuerpo, y lo mejor de ello, reducir el estrés… ¡y es a eso a lo que hemos venido!
Lo primero que hacemos es conocer los conceptos básicos de este deporte de la mano del instructor que nos acompaña. Nos comenta que “es importante la posición corporal, y cómo no, la paciencia, “aunque la primera vez pueda parecer difícil, no hay que desanimarse”. Nos indica inicialmente la posición más importante, la de seguridad: hay que colocarse en el centro de la tabla, con las piernas abiertas a la anchura de los hombros o un poco más para guardar el equilibrio. Y seguidamente nos cuenta cómo remar. Lo primero es llevar un remo adecuado para nosotros. La longitud de los remos de paddle surf se puede regular a nuestra altura, para saber cuál es, tenemos que colocar el remo en vertical a nuestro lado, con la pala o cuchara tocando el suelo, la “T” o pomo tiene que llegar a nuestra muñeca. Ahora la postura para remar: una mano agarra el pomo, levanta el remo sobre tu cabeza para que se alinee con tus hombros y coloca la pértiga en tu cabeza, la otra mano agarra la pértiga, de manera que ambos brazos formen un ángulo de 90º. A la hora de remar, la cuchara del remo (el lado cóncavo mirando hacia nosotros) tiene que entrar en el agua a la altura de la punta o “nose” de la tabla, empujando el agua hacia atrás y sacando el remo del agua cuando sobrepasa nuestro cuerpo.
Esta es la teoría, ahora ¡a practicar! Cogemos cada uno nuestra tabla de paddle surf, y a remar se ha dicho. La travesía es circular. En aproximadamente una hora y media vamos a definir perfectamente el contorno mediterráneo de la bahía de Sant Pol. El agua resulta agradable y permanece como una balsa ante la carencia de la brisa que suele acompañar este enclave. Salimos hacia la izquierda, rodeando la costa junto al Camí de Ronda dirección Playa Sa Conca y en primer lugar nos encontramos con la fachada del Hostal la Gavina, el primer hotel de gran lujo del estado español y que abrió sus puertas en 1932. Este edificio de gran magnitud es una imagen icónica de la bahía de Sant Pol y escenario y lugar de vacaciones de gran cantidad de personajes ilustres del mundo de la cultura, la política y la sociedad, incluso rodaje de películas de Hollywood en los años 50.
Nuestro primer objetivo es llegar a la Punta d’en Pau y atravesarla por un pasillo que nos permite reseguir la costa sin entrar en mar abierto. Es nuestra primera prueba de fuego por mantenernos en equilibrio. Aunque la superficie sigue apacible donde nos movemos, la localización concreta de esta punta recuerda que las olas esperan impacientes en cuanto el viento aparezca. Pasado este estrecho nos sorprendemos al encontrarnos en un espacio ideal para sumergirnos. Amarramos la tabla del SUP en las rocas gracias al leash de seguridad y nos ponemos las gafas de snorkel para bucear entre aguas cristalinas. Esta pequeña isla, rocosa y abrupta, permite otros pasos aún más estrechos solo aptos para personas con más destreza, y quizás más adecuados para pasar con un kayak. Desde este punto y en poco más de un kilómetro, aunque decidimos no ir, se encuentra la Playa de Sa Conca, una de las más bonitas de la zona. Todavía presume de un aire de entorno virgen y un estupendo pinar, siendo una de las playas favoritas de la Costa Brava. El trayecto nos da la sensación que requiere de más experiencia en equilibrio y seguridad en el remo, y decidimos seguir las recomendaciones iniciales de la Escola de Vela & Kayak Sant Pol y continuar la ruta circular por la bahía hasta el extremo de Cap de Mort. El mar sigue plácido y nos permite seguir nuestra travesía con total tranquilidad. Es la gran baza que tiene este enclave, una localización bien protegida de las inclemencias del viento, aunque no sea una barrera total ni el único aspecto meteorológico a tener en cuenta. Siempre hay que recordar que el medio donde estamos ahora practicando el Paddle Surf, el mar, es un entorno vivo y cambiante, y al igual que cuando vamos a la montaña debemos estar preparados para cualquier contratiempo.
Llegamos a Cap de Mort y reseguimos recónditas y accidentadas calas, con un paisaje totalmente ‘bravo’ e inaccesible sin nuestra tabla, ahora convertida en una nuestra perfecta aliada. Seguimos entre calas y cuevas en un escenario paradisiaco entre aguas turquesas y un fondo transparente que invita de nuevo a un refrescante chapuzón. Dejamos atrás las Coves dels Ratpenats y dels Mussols, y calas como la Cala del Peix, Cala des Cranc y finalmente Cala Maset antes de regresar a la base. Practicar Paddle Surf ha sido una experiencia de total conexión con el entorno y una forma divertida de pasártelo genial.